martes, 7 de junio de 2022

Un nuevo e interesante modelo cosmológico geocéntrico y tierraplanista.

Un nuevo modelo cosmológico: "Modelo cosmológico de Aristóteles-Ptolomeo-Indicopleustes-Brahe-Sungenis-Gorostizaga-Bernadic-Rowbotham-Ibáñez-Citreth-Gonella"

Modelo cosmológico de Aristóteles-Ptolomeo-Indicopleustes-Brahe-Sungenis-Gorostizaga-Bernadic-Rowbotham-Ibáñez-Citreth-Gonella.

 

           Damas y caballeros, les presento un nuevo modelo cosmológico, el cual busca confluir todo lo que descubrieron y estudiaron los siguientes científicos o pensadores: Aristóteles de Estagira, Claudio Ptolomeo, Cosmas Indicopleustes, Tycho Brahe, Robert Sungenis, Juan Gorostoziga, Milenko Bernadic, Samuel Rowbotham, Oliver Ibáñez, Citreth y yo (Nicolás Gonella). Obviamente yo simplemente soy un recopilador y conciliador de todos esos modelos similares, donde confluyen geocentrismo y tierraplanismo; aclarando que, por ejemplo, Brahe, Sungenis, Gorostizaga y Bernadic son geocentristas, pero esferistas, como posiblemente Aristóteles y Ptolomeo (aunque no todos los griegos eran esferistas); mientras que los demás son geocentristas y tierraplanistas. Rowbotham e Ibáñez son tierraplanistas, pero abrazan el modelo de la Tierra plana circular, mientras que Citreth y yo, hemos adoptado el modelo de la Tierra plana cuadrada—y centrada en Jerusalén (no en el Polo Norte como Rowbotham o Ibáñez)—al igual que lo que pensamos que era el modelo tierraplanista cristiano tradicional, como lo presentó Cosmas Indicopleustes en su libro de “Topografía cristiana”, habiendo sido él, un Padre griego de la Iglesia Católica, además de un erudito y notorio explorador del mundo, que navegó muchísimo por el Océano Índico.

 

Vista del plano horizontal

Éste es un mapa de la Tierra plana, cuadrada, centrada en Jerusalén, y con las líneas de latitud y longitud rectas. Anteriormente había hecho un mapa parecido, pero con las líneas de latitud y longitud, curvadas. En este nuevo mapa, pongo esas líneas rectas, como lo muestran en los mapas cartográficos.

Este mapa que he realizado, lo he hecho basado en la proyección de Peters, donde posiblemente las tierras sureñas—más desconocidas para la humanidad en general—aparecen un poco mayores que en la tradicional proyección de Mercator. De todos modos, la proyección de Peters original es rectangular, pero yo la he modificado levemente para que quede cuadrada.

Me he dado cuenta de que quizás este sea el modelo más preciso de la Tierra plana hasta ahora; uno de los indicios que nos lleva a pensar esto—además de lo ya explicado por Citreth—es que los propios masones en sus templos muestran los pisos cuadriculados de color negro y blanco—como un tablero de damas o ajedrez—que son totalmente cuadrados, y además, esas líneas de la cuadrícula del piso masónico, representarían las líneas de latitud (vertical) y longitud (horizontal). 

            Pues bien, en este mapa como puede apreciarse, primero que nada, he colocado a Jerusalén en el centro del universo. Ese plano cuadrado que está limitado por las líneas negras gruesas, representa al plano del universo. En los bordes del mismo se asienta la cúpula, la cual como explicó Cosmas Indicopleustes, comienza siendo como una pared recta, pero luego se curva hacia arriba, formando una cúpula (posiblemente de zafiro o algún otro material duro) semiesférica. Yo especulo que, hacia debajo de la Tierra, existiría una especie de anti-cúpula, es decir, una semiesfera hacia abajo, la cual contendría: los pilares de la Tierra, el Hades (o infierno) y el Tártaro (o gran abismo), todos los cuales se mencionan en la Biblia; pero la ciencia nunca ha podido comprobar.

            En ese mundo plano y cuadrado, cuyo centro es Jerusalén, notamos que alrededor del mundo conocido; supuestamente podría existir una región desconocida e inexplorada por el hombre, la cual la pinté de un color grisáceo en el mapa.

            La Biblia dice que la Tierra tiene esquinas, y por eso es que yo supongo que es cuadrada; sin embargo, en Isaías 40:22, creo que es el único lugar de la Biblia—si mal lo recuerdo—que habla de un círculo, y como ya hemos visto, los hebreos tenían dos palabras distintas para esos conceptos: una palabra para círculo y otra para esfera; así que con esto descartamos que la Biblia se refiriera a una esfera. Citreth me dijo que podría tratarse de una “mala traducción” de Isaías, pero a mí nunca me convence mucho eso de las “malas traducciones”, ya que la Biblia es una obra que ha sido copiada muchísimas veces (antes de la imprenta) y revisada en innumerables ocasiones, por múltiples expertos y eruditos. Es decir, tiene una especie de “revisión por pares” tan inmensa, que es muy difícil que se haya pasado el error de una escriba o copista. Así que, por el momento, no descarto que Isaías se refería a que existiera alguna clase de círculo sobre la Tierra; quizás él se refería al mundo que se iría a conocer hacia el final de los tiempos, o algo por el estilo. Por eso, en ese mapa, coloqué un círculo—cuya circunferencia está en color negro—que toca las cuatro esquinas del mundo conocido (actualmente) y en su ápice se encuentra la estrella boreal. Ese “círculo de Isaías”, está centrado en las Islas Verdes (más conocidas como Santo Tomé e Príncipe); la estrella boreal, se encuentra a su vez, encima de las Islas Vargas (con la rupes nigra), más conocida como Polo Norte. Como vemos en el mapa, con la circunferencia de color púrpura, una flecha de igual color indica que en el rectángulo norte (ya no más “hemisferio norte”, ni tampoco “círculo norte”, como yo creía precedentemente), las estrellas del firmamento giran en sentido anti-horario; mientras que en el rectángulo sur (ya no más “hemisferio sur”, ni tampoco “corona circular sur”, como yo creía anteriormente) giran en sentido horario. Este giro opuesto de las estrellas—que los esferistas lo explican afirmando que “la Tierra es esférica”—se puede explicar con la existencia de un espejo—que sería la propia cúpula celeste—que hace que, en el sur, las estrellas aparentemente giren en sentido contrario al norte, cuando eso no sería más que una ilusión, causada por la perspectiva o punto de vista del observador. Además, hacia el sur, se van observando otras estrellas (otras constelaciones) distintas a las del norte.

            Luego tenemos los movimientos de las luminarias Sol y Luna, así como también la explicación sobre las estaciones. En primer lugar, el día y la noche, es explicado por el hecho de que el Sol y la Luna son pequeños en comparación con los que no dice la NASA y otras agencias espaciales, y se encuentran cerca de la Tierra; y por eso, el Sol no puede iluminar toda la superficie terrestre a la vez.

            En segundo lugar, las diferencias de estaciones se explican por la existencia del ecuador, los trópicos y los círculos polares. Como vemos en las órbitas pintadas en rojo, y con las flechas de color amarillo, el Sol, orbita por los trópicos principalmente, desde el oriente al occidente; cuando el Sol se encuentra orbitando en el rectángulo sur, quiere decir que es verano en el sur e invierno en el norte (es el caso que presento en el mapa); mientras que cuando el Sol se encuentra orbitando en el rectángulo norte, quiere decir que es verano en el norte e invierno en el sur. Las estaciones intermedias—primavera y otoño—se explican por las posiciones orbitales intermedias del Sol.

            La luna también tiene órbitas similares al Sol, y además presenta fases, lo cual se explica fácilmente por el hecho de que en realidad la Luna es traslúcida y no refleja la luz del Sol, sino que tiene luz propia, una luz que es fría, a diferencia de la luz solar que es de naturaleza cálida.

            Luego, los eclipses—tanto solares como lunares, totales o parciales—se explican por la existencia de astros oscuros que cubren el Sol y la Luna; esos astros serían, por ejemplo, Rahu y Ketu, explicados por la mitología hindú.

            Finalmente, tenemos las órbitas de los planetas, que están representadas en mi mapa, por la circunferencia verde, alrededor del Sol. Los planetas (“astros errantes”) giran alrededor del Sol, como ya lo había indicado Tycho Brahe; y entonces tenemos que, el modelo de Aristóteles y Ptolomeo, con la Tierra en el centro del universo, todavía se sostiene. Si le sumamos ese modelo griego tradicional, a lo descubierto por Brahe (que los “errantes” giran alrededor del Sol), y lo modificado por Sungenis, Gorostizaga y Bernadic, sumado al modelo tierraplanista de Ibáñez y Rowbotham; modificándolos un poco más, para que concuerde con la Tierra cuadrada medieval, llegamos a mi humilde propuesta de modelo de la Tierra plana y cuadrada, centrada en Jerusalén y con las líneas de latitud y longitud rectas, sin curvarse.

            Además, para completar este modelo, tenemos que considerar la fuerte posibilidad que, el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas, que se ven en el cielo y el firmamento, en realidad no se encuentren físicamente allí, sino que sólo sean una proyección de los astros físicos reales, localizados en otra dimensión—análoga a la nuestra—denominada Edén. Especulamos que, en esa otra dimensión, es que se encuentra el jardín del Edén, al oriente, y por eso es que los seres humanos—tras nuestra Caída (por comer el fruto prohibido)—nunca más pudimos volver allí; y es porque se encuentra en otra dimensión física, inaccesible para las frecuencias de nuestras longitudes de onda. En realidad, como ya lo adelantó Nikola Tesla, para poder entender el universo, debemos pensarlo en términos de electricidad, magnetismo y vibración; y la razón por la cual no podemos acceder a esa otra dimensión llamada Edén, es porque nuestra estructura física no nos lo permite; es decir, estando nosotros—no compuestos de “átomos” como decía Demócrito de Abdera—sino de partículas de vibración eléctrica y magnetismo, no podemos acceder a esa dimensión, porque “vibramos” a distinta frecuencia de las partículas que componen esa otra dimensión. 

 Vista del plano vertical.

            De hecho, especulamos con Citreth—él me lo explicó—que del Edén es que en realidad viene la lluvia y las nevadas, así como otros fenómenos meteorológicos. Los científicos oficialistas no pueden explicar por qué es que existe tanta lluvia en el mundo, y cómo es que el agua que cae del cielo, puede “suspenderse” en forma de condensación de nubes. Ellos suponen que es porque el agua se mantiene en estado gaseoso, pero la realidad es que los gases son expansibles y se esparcirían por todo el recipiente, que en este caso es la cúpula. Además, los científicos oficialistas no pueden explicar dos cosas: cómo es que los gases atmosféricos—siendo los gases expansibles y dispersables—no se salen hacia fuera de la Tierra esférica, en el espacio exterior; y luego, tampoco pueden nunca determinar cuál sería el supuesto límite entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior. Ellos alegan que, al rotar la Tierra, la atmósfera también es arrastrada por esa presunta rotación terrestre, pero nunca explican—y por eso nadie lo entiende—por qué es que entonces, esa rotación terrestre no sigue arrastrando el resto del espacio exterior consigo. Como los científicos oficialistas, no pueden dar una explicación lógica y convincente a este “misterio”, nos lo explican con otro misterio aún mayor: la “gravedad”, un fenómeno mágico que no consiguen explicar, más que apelando a las falacias matemáticas, mostrarnos la fórmula de la gravitación universal de Newton, que dice que la fuerza de gravedad es igual a la supuesta “constante de gravitación universal” por la masa de un objeto, por la masa del otro objeto, dividido el radio al cuadrado; pero como vemos—si somos perspicaces a la trampa del alquimista Isaac Newton—él se está basando en una fórmula matemática, esto es, un simple modelo matemático, donde antepone la conclusión a los hechos.

            La ciencia se supone que es basarse en el empirismo, basarse en los hechos observables, y no hacer cálculos matemáticos, para intentar demostrar lo que ya se supone de antemano; que es, por ejemplo, lo mismo que hizo Eratóstenes con su falacia de los palitos y la sombra, cosa mil veces refutada, pero que todavía se sigue enseñando en las escuelas como “prueba” de la Tierra esférica. Lo mismo que la tontería infantil de los barcos que desaparecen en el horizonte por la “curvatura”, cuando en realidad, desaparecen porque no nos da el alcance visual, para poder verlos a simple vista; simplemente cogemos un telescopio y podemos volver a ver los barcos en el horizonte. Infelizmente esa tonta falacia de “los barcos que desaparecen en el horizonte prueba la curvatura”, se sigue enseñando en las escuelas; pero todos sabemos que las escuelas públicas (o privadas controladas por el Estado), no pasan de centros de adoctrinamiento, para controlar a esclavos. Después de todo, los niños sólo son educados con manuales del gobierno, redactados con la única finalidad de obedecer al Estado; de ninguna manera enseñan a los niños a pensar por sí mismo, a observar la realidad, hacer experimentos científicos o ni siquiera les dicen que lean de las fuentes, sino simplemente que se memoricen lo que está escrito en los manuales del gobierno.

            Después esos niños crecen, algunos van a la universidad y se transforman en “científicos”, y así, continúa el círculo vicioso de imponer el paradigma esferista. Esos científicos oficialistas, adoctrinados desde niños en el paradigma esferista-heliocentrista-relativista, muy difícilmente se atreverán a cuestionar ese paradigma, ya que sus mentes se encuentran condicionadas por sus instrucciones dadas por el sistema educativo formal y oficial. Si ellos fueran científicos de verdad, en lugar de usar modelos matemáticos que a priori, dan por sentadas las conclusiones; ellos se molestarían en investigar a fondo todos los asuntos de la realidad, como por ejemplo, los modelos alternativos a su paradigma oficialista, tal como lo es la Tierra geocéntrica, la Tierra plana o este modelo en particular que estoy presentando.

            Ahora bien, para culminar de presentar este modelo, sin apartarme del método científico—con el cual los científicos oficialistas tanto se llenan la boca, pero evidentemente no aplican—voy a indicar un problema o dificultad de este modelo: ¿cómo es posible que, por ejemplo, se produzca un vuelo desde Chile a Australia, yendo en dirección este a o este? Una posible respuesta a esta cuestión, sería la existencia de un bucle espacial, por el cual, cuando un avión, barco, etcétera, viaja desde Chile a Australia, en dirección oriente-occidente; el avión o barco, etcétera, pasará por el borde del mundo conocido—en algún cierto lugar, como se sugiere en el mapa—desde el occidente, y aparecerá en el oriente; y así, es como se produce, por ejemplo, un vuelo de Chile a Australia. Para ello, evidentemente, por lo que nos dice la experiencia (aclaro que no personal), los que vuelan no se percatan de haber pasado por una especie de portal que explicaría el bucle espacial, ya que sería un portal invisible al ojo humano, en virtud del material del cual estaría construido.

            Ésta es la mayor dificultad a nuestro nuevo modelo, el cual, por supuesto, es falsable; y haremos experimentos para probarlo como verdadero o falso; pero hasta ahora, es el modelo más plausible y quizás completo de la Tierra plana, particularmente de la Tierra plana y cuadrada, centrada en Jerusalén.

 

martes, 10 de mayo de 2022

Instructivo sobre cómo rezar el Santo Rosario.

Desde SICARV

Instructivo sobre cómo rezar el Santo Rosario

 Desde Foro V SUIS


 
0- Parte inicial.
1- Señal de la Cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
2- Credo (abreviado; símbolo de los Apóstoles): Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, y nació de Santa María Virgen. Padeció bajo del poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos, y al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia católica, en la comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna (o perdurable). Amén.
3- Padre Nuestro: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
4- Tres Aves Marías:
Por aumento de la FE:
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Por aumento de la ESPERANZA:
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Por aumento de la CARIDAD:
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
5- Gloria: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
I- Primer Tercio: Los Misterios Gozosos.
1- El primer misterio gozoso es la Anunciación a la Santísima Virgen María, y la Virtud es la humildad.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El segundo misterio gozoso es la visitación de María a su prima Santa Isabel, y la virtud es la verdadera caridad con nuestros prójimos.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El tercer misterio gozoso es la natividad de nuestro Señor Jesucristo, y la virtud es el desprendimiento de las cosas del mundo, desprecio a la riqueza y el amor a la pobreza.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El cuarto misterio gozoso es la presentación del niño Jesús en el Templo, y la purificación de su Santa Madre, y la virtud es la pureza del cuerpo y el alma.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El quinto misterio gozoso es la encontrada de nuestro Señor en el Templo, y la virtud es la divina sabiduría.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
II Tercio: Los misterios dolorosos.
El primer misterio doloroso es la agonía en el jardín, y la virtud es la contrición de nuestros pecados.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El segundo misterio doloroso es la flagelación, y la virtud es la mortificación de nuestros sentidos.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El tercer misterio doloroso es la coronación de espinas, y la virtud es el aborrecimiento del respeto humano.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El cuarto misterio doloroso es que Jesús lleva la cruz, y la virtud es la paciencia en cargar nuestras cruces.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El quinto misterio doloroso es la crucifixión, y la virtud es la conversión de los pecadores, la perseverancia de los justos, y el alivio de las almas en el Purgatorio.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
III Tercio: Los misterios gloriosos.
El primer misterio glorioso es la resurrección, y la virtud es el amor a Dios y el fervor de su servicio.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El segundo misterio glorioso es la ascensión, y la virtud es el ardiente deseo por el cielo, nuestro verdadero hogar.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El tercer misterio glorioso es el descenso del Espíritu Santo en Pentecostés, y la virtud es la venida del Espíritu Santo sobre nuestras almas.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El cuarto misterio glorioso es la asunción de la Santísima Virgen María a los cielos, y la virtud es la devoción a nuestra Santísima Madre.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
El quinto misterio glorioso es la coronación de la Santísima Virgen María, Reina del Cielo y la Tierra, y la virtud es la perseverancia en la gracia y el recibir la corona de la gloria en el futuro.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal (o del maligno). Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
O Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas.
La Salve:
Dios te salve, Reina y madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oremos. Os pedimos, oh buen Jesús, por los quince misterios de vuestra vida, pasión, muerte y gloria y los méritos de vuestra Santísima Madre, que convirtáis a los pecadores, auxiliéis a los agonizantes, libertéis a las almas del purgatorio y nos deis a todos vuestra gracia para bien vivir y morir y vuestra
gloria para veros cara a cara y amaros durante la eternidad. Amén. 

miércoles, 6 de abril de 2022

Acerca de la taxonomía creacionista.

Por Nicolás J. Gonella Neyra. 

Taxonomía creacionista



TAXONOMÍA CREACIONISTA

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La taxonomía del griego “taxos”, que significa “orden” y “nomos”, que significa “ley”, es la ciencia que estudia la clasificación biológica genotípica y fenotípica de los seres vivos.
Según la Teoría Genética de la Creación—en su vertiente Tierra joven 24-6—el universo fue creado hace poco miles de años (entre cinco mil y diez mil años), en un período de seis días, de veinticuatro horas cada uno. Esta hipótesis suele utilizar el calendario de Ussher-Lightfoot u otros calendarios creacionistas similares. Esta teoría científica es conocida popularmente con el nombre de Creacionismo Especial, pero más científicamente se la denomina como la Teoría Genética de la Creación, que se basa en los postulados del científico austríaco y monje católico agustino Gregor Mendel (1822-1884). [1] Él fue quien postuló sus famosas tres Leyes, que son las siguientes:
·         Primera ley o principio de la uniformidad: «Cuando se cruzan dos individuos de raza pura, los híbridos resultantes son todos iguales». El cruce de dos individuos homocigóticos, uno de ellos dominante (AA) y el otro recesivo (aa), origina solo individuos heterocigóticos, es decir, los individuos de la primera generación filial son uniformes entre ellos (Aa).
·         Segunda ley o principio de la segregación: «Ciertos individuos son capaces de transmitir un carácter aunque en ellos no se manifieste». El cruce de dos individuos de la F1, que es la primera generación filial, (Aa) dará origen a una segunda generación filial en la cual reaparece el fenotipo “a”, a pesar de que todos los individuos de la F1 eran de fenotipo “A”. Esto hace presumir a Mendel que el carácter “a” no había desaparecido, sino que solo había sido “opacado” por el carácter “A” pero que, al reproducirse un individuo, cada carácter se segrega por separado.
·         Tercera ley o principio de la combinación independiente: Hace referencia al cruce polihíbrido (monohíbrido: cuando se considera un carácter; polihíbrido: cuando se consideran dos o más caracteres). Mendel trabajó este cruce en guisantes, en los cuales las características que él observaba (color de la semilla y rugosidad de su superficie) se encontraban en cromosomas separados. De esta manera, observó que los caracteres se transmitían independientemente unos de otros. Esta ley, sin embargo, deja de cumplirse cuando existe vinculación (dos genes están muy cerca y no se separan en la meiosis). [2]
Pero qué sucede entonces con la taxonomía creacionista, la cual es un poco diferente a la taxonomía evolucionista, puesto que para los evolucionistas existe un único árbol genealógico con lo cual todas las especies derivan de un único ancestro en común; mientras que para los creacionistas, Dios creó cada género o “min” (que en hebreo significa “clase”) de forma independiente, sin que se relacione con los demás. De esta forma, el género constituye—según la Teoría de la Creación—la unidad básica de la clasificación biológica, por lo cual no existe la famosa especiación evolutiva, sino que simplemente un género o “min” puede diversificarse en distintas especies y a su vez, cada especie se puede diversificar en distintas subespecies o razas; pero lo que no puede ocurrir, es que de un género surja otro género, ya que estos fueron creados directamente por una inteligencia superior, es decir, siguiendo el principio del Diseño Inteligente.
Por eso, es una falacia evolucionista afirmar que es imposible colocar todas las millones de especies de animales que existen en el Arca de Noé, puesto que simplemente bastó que Noé y su familia, colocaran dos animales de cada “min” (uno de cada sexo) dentro del Arca, eso sin contar los peces, que sobrevivieron en el agua dulce (antes del Diluvio, todos los peces eran de agua dulce, ya que no existían los mares salados).
En cuanto a los demás seres vivos, como por ejemplo las plantas, es muy posible que Noé también haya incluido a plantas dentro del Arca, así como también a bacterias, hongos, moneras y protistas, y también los virus.
La taxonomía creacionista se divide en:
1.      Dominio.
2.      Reino.
3.      Subreino.
4.      Filo.
5.      Subfilo.
6.      Orden.
7.      Familia.
8.      Subfamilia.
9.      Súperclase.
10.  Clase, género o min.
11.  Especie.
12.  Subespecie o raza.
13.  Subraza.
Cada MIN que se traduce del hebreo como “clase” o “género” es lo que se colocó una pareja en el Arca de Noé. Por lo tanto, no existen millones de géneros como dicen los evolucionistas (lo que haría imposible que cupieran tantos animales en el Arca), sino que existen, por ejemplo en cuanto a mamíferos, sólo veinticinco géneros de animales, sin contar al humano. Es decir, que en el Arca de Noé sólo se colocaron cincuenta mamíferos, uno de cada sexo: un macho y una hembra.
            A continuación presento un resumen de la clasificación general de los seres vivos, centrándome en los géneros de mamíferos que existen.
àClasificación general de los seres vivos (de dominio a min):
1.      Virus.
2.      Procariotas.
a.       Arqueobacterias (reino Monera).
b.      Bacterias.
3.      Eucariotas.
a.       Reino Protista.
b.      Reino Fungi.
c.       Reino Plantae.
d.      Reino Animalia.
                                                              i.      Acantocéfalos.
                                                            ii.      Acelomorfos.
                                                          iii.      Anélidos.
                                                          iv.      Artrópodos.
                                                            v.      Braquiópodos.
                                                          vi.      Briozoos.
                                                        vii.      Chaetognathos (gusanos flechas).
                                                      viii.      Cordados.
1.      Urocordados.
2.      Cefalocordados.
3.      Mixinos.
4.      Vertebrados.
a.       Lampreas.
b.      Peces cartilaginosos.
c.       Peces óseos.
d.      Anfibios.
e.       Reptiles.
f.       Aves.
g.      Mamíferos.
                                                                                                                                      i.      Triconodontes.
                                                                                                                                    ii.      Monotrematas (ornitorrincos, equidnas).
                                                                                                                                  iii.      Multituberculatas.
                                                                                                                                  iv.      Theria.
1.      Marsupiales.
2.      Palaeoryctoides.
3.      Placentarios.
a.       Xenarthra.
                                                                                                                                                                                                              i.      Armadillos.
                                                                                                                                                                                                            ii.      Osos hormigueros.
                                                                                                                                                                                                          iii.      Perezosos. 
b.      Afroinsectiphilia.
                                                                                                                                                                                                              i.      Tenrecs.
                                                                                                                                                                                                            ii.      Topos dorados.
c.       Pseudoungulatos.
                                                                                                                                                                                                              i.      Musarañas elefantes.
                                                                                                                                                                                                            ii.      Tubulidentados. 
d.      Paenungulados.
                                                                                                                                                                                                              i.      Sirenios.
                                                                                                                                                                                                            ii.      Proboscídeos.
                                                                                                                                                                                                          iii.      Hiracoideos.
e.       Laurasiatheria.
                                                                                                                                                                                                              i.      Erinaceidos.
                                                                                                                                                                                                            ii.      Soricomorfos.
f.       Cetartiodactyla.
                                                                                                                                                                                                              i.      Artiodáctilos.
                                                                                                                                                                                                            ii.      Cetáceos.
g.      Perissodactyla.
                                                                                                                                                                                                              i.      Ceratomorfos.
                                                                                                                                                                                                            ii.      Hipomorfos.
h.      Voladores.
                                                                                                                                                                                                              i.      Murciélagos.
i.        Folidotos.
                                                                                                                                                                                                              i.      Pangolines.
j.        Carnívora.
                                                                                                                                                                                                              i.      Felinos.
                                                                                                                                                                                                            ii.      Caninos.
k.      Glires.
                                                                                                                                                                                                              i.      Lagomorfos.
                                                                                                                                                                                                            ii.      Roedores.
l.        Euarchonta.
                                                                                                                                                                                                              i.      Musarañas arborícolas.
                                                                                                                                                                                                            ii.      Dermópteros.
                                                                                                                                                                                                          iii.      Primates.
m.    Hominidae.  
                                                                                                                                                                                                              i.      Humanos.
                                                          ix.      Cnidarios.
                                                            x.      Ctenóforos.
                                                          xi.      Equinodermos.
                                                        xii.      Equiuroideos.
                                                      xiii.      Entoproctos.
                                                      xiv.      Gastrotricos.
                                                        xv.      Gnatostomúlidos.
                                                      xvi.      Hemicordados.
                                                    xvii.      Quinorrincos.
                                                  xviii.      Lorocíferos.
                                                      xix.      Micognatozoos.
                                                        xx.      Mixozoos.
                                                      xxi.      Nemátodos (gusanos redondos).
                                                    xxii.      Nematomorfos.
                                                  xxiii.      Nemertinos.
                                                  xxiv.      Onychophoras (gusanos aterciopelados).
                                                    xxv.      Ortonéctidos.
                                                  xxvi.      Fornídeos.
                                                xxvii.      Placozoos.
                                              xxviii.      Platelmintos (gusanos planos).
                                                  xxix.      Pogonóforos.
                                                    xxx.      Esponjas.
                                                  xxxi.      Priapúlidos.
                                                xxxii.      Rombozoos.
                                              xxxiii.      Rotíferos.
                                              xxxiv.      Sipuncúlidos.
                                                xxxv.      Tardígrados (osos de agua).
                                              xxxvi.      Xenoturbélidos.
Como puede apreciarse, el ser humano no se encuentra según la Teoría Genética de la Creación dentro de los primates, sino que se lo clasifica de forma totalmente independiente al resto de los mamíferos; por eso la mayoría de los creacionistas afirmamos que el hombre es un mamífero, pero no es un primate, por lo cual el ateo día del “orgullo primate” no pasa de un disparate evolucionista.
En el Génesis de la Santa Biblia, en el capítulo 1, versículo 24 dice: “Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.” Así se traduce en la versión de la Reina Valera del año 1960; y según la versión Dios Habla Hoy, la traducción dice lo siguiente: “Entonces Dios dijo: «Que produzca la tierra toda clase de animales: domésticos y salvajes, y los que se arrastran por el suelo.»” En la versión original, que está en hebreo, se usa indistintamente la palabra “min” que significa clase, género o especie.
Una gran prueba de este paradigma y definición es por ejemplo, el cebrasno y también el ligre. En el primer caso, tanto la cebra como el asno en realidad pertenecen a la misma especie, que es la especie equina [3]; y en el segundo caso, tanto el león como el tigre, pertenecen a la misma especie felina. Es por eso, que dichos animales pueden cruzarse entre sí; si no pertenecieran a la misma especie, no podrían cruzarse.  


[1] Enciclopedia Néshtacar; “Teoría Genética de la Creación”: http://es.enciclopedia-neshtacar.wikia.com/wiki/Teor%C3%ADa_de_la_Creaci%C3%B3n
[2] Wikipedia; “Gregor Mendel”: https://es.wikipedia.org/wiki/Gregor_Mendel
[3] Creacionismo especial; “Microevolución, clases, especies”: http://creacinseisdas.blogspot.com.uy/2010/05/microevolucion-clases-especies.html