Libro IV.
"Todo ser
natural quiere conservarse, es decir, preservar su identidad y permanecer en su
especie". P.235.
"(...)
Reconozcamos que la naturaleza nos ha infundido el amor a nosotros mismos y que
el primer deseo que ha puesto en nosotros es el de nuestra propia
conservación". P.241.
"Únicamente
podría ponerse en la virtud sola el bien supremo, si existiera un viviente que
constara exclusivamente de espíritu, pero de tal modo que este espíritu no
tuviera en sí nada que fuera conforme a la naturaleza, como lo es la salud.
Pero esto ni siquiera puede pensarse sin que la misma idea implique una
contradicción". P.242.
"La timidez
nace de las cosas, no de las palabras." P.255.
"(...) Es
necesario admitir que, cuando una consecuencia es falsa, la proposición de la
que es consecuencia no puede ser verdadera". P.264.
"(...)
Cuando se afirma que sólo lo que es moral es bueno, se desdeña el cuidado de la
salud, la atención a los intereses familiares, la administración del Estado, la
ordenada gestión de los negocios, los deberes de la vida; es preciso, incluso,
abandonar esa moralidad misma, en la que lo hacéis consistir todo." P.264.
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