Ley N°8: Ley
Anti-Herejía.
Artículo 1:
Establézcase que todo aquel católico que siga la secta del Vaticano II es un
hereje.
Artículo 2:
Establézcase que todo aquel católico que crea en el bautismo de deseo, bautismo
de sangre o salvación por ignorancia invencible, es un hereje.
Artículo 3:
Establézcase que todo hereje, será condenado a rezar mil Padres Nuestros y dos
mil Aves Marías, más dos Santos Rosarios, además de ser azotado en plaza pública,
con entre diez a cincuenta latigazos, según estime Juez competente, con el
asesoramiento de un Reverendo Padre de la Santa Madre Iglesia Católica, fuera
de la cual creemos firmísimamente que nadie puede salvarse.
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