Desde Criptozoología Uruguay:
Pontificia
Comisión Bíblica.
Sinopsis de la Sesión de la Pontificia
Comisión Bíblica, del 22 de julio de 1909.
Venerables
Hermanos, reunidos en esta Santa Comisión, es que declaramos:
La Pontificia
Comisión Bíblica sostiene profundamente la verdad evangélica, tanto de forma
literal como metafórica, creyendo en la regla de San Agustín de Hipona que
reza: “debe seguirse la interpretación
literal, al menos que la misma se hiciera imposible, por la evidencia de los
hechos”.
Como se constata
en el IV Concilio de Letrán y el Concilio Vaticano, en el principio Dios creó
todas las cosas “en sus completas
sustancias” desde la nada (ex nihilo)
y por ende, debemos confiar en la doctrina de la Creación, de acuerdo a lo
estipulado por el Credo Niceno-Constantinopolitano, que reza: “Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del
Cielo y de la Tierra…”
Siguiendo estos
principios evangélicos y bíblicos, es que debemos continuar sosteniendo en
cuanto al juicio de Galileo Galilei, lo que dictó el Santo Oficio en su época,
condenando las siguientes afirmaciones:
I. El Sol es el
centro del mundo y permanece completamente inmóvil.
II. La Tierra no
es el centro del mundo, no está inmóvil, sino que se mueve en su conjunto alrededor
del Sol, y también gira sobre sí misma.
Recordemos que
el propio Galileo Galilei abjuró de su terrible error e incluso se volvió un
profundo apologeta de la fe católica ortodoxa, escribiéndole el 29 de marzo de
1641 a su colega Francesco Rinuccini, el siguiente texto:
“La
falsedad del Sistema de Copérnico no debería ser cuestionada por nadie, y
menos, por los católicos, pues nosotros tenemos la indiscutible autoridad de la
Sagrada Escritura, interpretada por los más eruditos teólogos, cuyo consenso
nos da certeza en lo relativo a la inmovilidad de la Tierra. Las conjeturas
utilizadas por Copérnico y sus seguidores manteniendo la tesis contraria están
todas refutadas suficientemente por el argumento más sólido de la omnipotencia
de Dios. Él es capaz de realizar por diferentes caminos, en realidad un número
infinito de caminos, cosas que en nuestra opinión y observación, parecen
ocurrir en un particular camino.
Nosotros no deberíamos buscar cortar la mano de Dios e insistir
atrevidamente en algo más allá de los límites de nuestra competencia.” Esas
fueron las palabras del mismísimo Galileo Galilei.
Por tanto, esta
Santa Comisión, bajo el mandato del Santo Padre, después de un profundo
análisis y estudio de las Santas Escrituras determina:
I. El Sol no es
el centro del mundo, sino que se mueve alrededor de la Tierra.
II. La Tierra es
el centro del mundo, estando completamente estacionaria.
III. La Tierra
fue creada por Dios sin la ayuda de nadie, a partir de la nada, así como todo
el mundo.
Dado el jueves 22 de julio, del año de
Nuestro Señor de Un Mil y Novecientos Nueve.
Puede leerse el documento original, aquí.
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